lunes, 20 de julio de 2015

Por un pelo, razones del triunfo de Larreta


Es difícil para un pelado ganar por un pelo, pero Rodríguez Larreta lo logró. La imagen que ilustra esta nota es una coincidencia que el mundo de los medios digitales nos regala en el portal Minuto Uno, que coloca una publicidad para combatir la calvicie justo arriba lo los resultados. 

Las razones del triunfo son múltiples. Aquí les comparto las que creo principales, siempre desde mi subjetividad, mi formación, historia y posibilidad de error.

Podríamos dividirlas en dos grupos: las que lograron cantidades masivas de votos y las que permitieron tener ese pequeño pelo con que se logra el triunfo. Seleccioné dos de cada tipo. Veamos:

A1) La valoración de la gestión de Macri. Centrado en la obra pública, el gobierno del PRO es un gobierno percibido como de acción. Cambios, a la vista de todos, lograron soluciones para una parte sustancial de porteños, que venían acostumbrados a Gobiernos de mucha desidia. Al margen del costo de estas obras, las desconfianzas por su transparencia o el incremento del endeudamiento de la Ciudad, lo cierto es que la gestión es valorada como positiva, cosa difícil de lograr luego de gobernar ocho años seguidos.

A2) El rol de Macri en la elección. El líder del PRO se puso la elección al hombro y la mayoría de los votantes que le dieron el voto a Larreta, sintieron que se lo daban también a MM.


B1) El efecto de las encuestas y la comunicación. Es probable que la publicación de las encuestas, que le daban como ganador a Larreta por tanto margen, sumadas a una estrategia de comunicación efectiva (“le piden a Lousteau que se baje”) hayan producido lo que en las sombras de la académica del Marketing Político denominamos “desactivación del voto”. Los resultados están a la vista: más votos en blanco (del 1,8 al 5,5%) y menos gente concurriendo a las urnas (del 73% de participación de la general al 69%), todas personas que posiblemente se formaron una percepción de resultado irreversible. Las explicaciones, básicamente son dos: los encuestadores estaban pagos para reflejar un resultado irreal o hubo un voto vergüenza que los encuestados no quisieron expresar públicamente y los encuestadores no supieron detectar.


B2) El cambio en el diseño de la pantalla del voto electrónico (o boleta, como prefieran).  El diseño de la pantalla del voto electrónico para el balotaje, cambió de lógica. En lugar de darle al botón de voto en blanco la proporción que venía teniendo en las PASO y en las generales, se le dio mucho más presencia para atraer más votos en blanco en el momento del “cuarto oscuro”, cambiando su tamaño y ubicación (ya no hay cuarto oscuro, pero nos referimos al momento de la ejecución de la toma de decisión). Muchas personas deciden su voto justo antes de emitirlo, y tener el botón de un tamaño grande, en parte es un atractivo visual. No está mal que dicho botón tenga el tamaño que tuvo finalmente, es lo que corresponde: darle al ciudadano todas las opciones del mismo tamaño. Lo que es cuestionable es haber cambiado las reglas de juego a mitad del rio, cosa que puede influir en los resultados (Record histórico de voto en blanco en la Ciudad).

sábado, 28 de febrero de 2015

¡Bingo!

El simpático y no exento de chicanas Bingo elaborado por la gente de Chequeado.com, para hacer un seguimiento entretenido del discurso de apertura de sesiones que dará la Presidenta de la Nación Argentina mañana en el Congreso.


Walter Wayar: sí te hacen falta promesas.




El spot de Walter Wayar, candidato a Intendente de la Ciudad de Salta, es un éxito. También es una gran oportunidad perdida. 

Si estas palabras te chocan, te advierto que no sos el target de Wayar. No lo ibas a votar ni antes ni después de ver el video.

El spot es un éxito por varias razones.
1) Logra que mucha gente hable de Wayar y su candidatura. Logra atención sobre él, algo que cuesta mucha plata en campaña.
2) Con él no pierde los pocos votos que tenía. Incluso puede reforzarlos, mostrando un costado "simpático" del candidato.
3) Logra algo que parecía imposible: darle vida a Wayar.
4) Llega a un público joven al cuál es muy difícil llegar, publicó que no está identificado con nadie.
¿Por qué es una oportunidad perdida? Por el mensaje elegido. Logra llamar la atención arriesgando su imagen (que con esto seguro se verá deteriorada en varios segmentos poblacionales), pero desaprovecha esa atención lograda con un mensaje pobre. "No le hacen falta promesas" dice la letra que lo acompaña, cuando en una campaña es lo que no puede faltar: la promesa o concepto.
Un spot donde el candidato hace alegremente el ridículo para llamar la atención, merecía un mensaje que le permita capitalizar esas miradas que logró para transformarlas luego en votos.
¿Por qué es una oportunidad perdida? Por el mensaje elegido. Logra llamar la atención arriesgando su imagen (que con esto seguro se verá deteriorada en varios segmentos poblacionales), pero desaprovecha esa atención lograda con un mensaje pobre. "No le hacen falta promesas" dice la letra que lo acompaña, cuando en una campaña es lo que no puede faltar: la promesa o concepto.
Un spot donde el candidato hace alegremente el ridículo para llamar la atención, merecía un mensaje que le permita capitalizar esas miradas que logró para transformarlas luego en votos.

viernes, 20 de febrero de 2015

La comunicación del gobierno frente al 18F


Siempre es más fácil opinar desde afuera que gestionar las comunicaciones desde adentro. Más en los casos de crisis o comunicación de controversia, en los cuales es más sencillo opinar con el diario del lunes que estar como piloto de tormentas. Sabiendo que cuento con esa facilidad, voy a compartir con ustedes algunas reflexiones sobre cómo gestionó el gobierno la comunicación frente a la organización de la “marcha del silencio”. El análisis de la comunicación de la organización de la marcha quedará para otro momento, aunque hay que adelantar que fue impecable. Se supo alinear a las demandas de un segmento socioeconómico, soplar sus mensajes con el viento de los grandes medios, planificó correctamente los tiempos, impostó una marca, hasta pudo alinear a los participantes a pocas y simples consignas y contó con la ayuda del tiempo para grabar imágenes épicas de los sucedido.
¿Qué pasó del lado del Gobierno? Inicialmente se adoptó una posición defensiva. Con esto se legitimó el carácter de opositor de la marcha. Ese fue un eje. El otro, atacar la acción minimizándola y cuestionándola. En ese cuestionar, los argumentos fueron desordenados y poco claros. La organización tenía puntos débiles que el gobierno no logró exponer de la mejor manera. También eligió comunicar gestión (Atucha), cosa que conlleva el riesgo de que la acción quede opacada al correr la agenda pública por otro carril.

El gobierno además eligió echar más leña al fuego, lo que hizo incluso crecer la marcha. La incógnita es si esto fue una táctica premeditada o se hizo sin mucho pensamiento, reaccionando ante los movimientos oponentes. Si fue una simple reacción, podemos juzgarla de inoportuna, inefectiva y perjudicial para el mismo Gobierno. Si fue una táctica comunicacional al servicio de una estrategia política, podemos decir que probablemente funcionó. ¿Cuál sería esa estrategia? Dividir. Llevar al extremo las diferencias con la convicción de que en ello se consolidará un capital político que hoy le es propio, que le otorgará una fuerza considerable de aquí a los próximos años, en el mediano plazo. Al margen del debate moral-axiológico que esto implica, o del debate histórico, de si los argentinos estaban antes divididos o fueron divididos ahora, la táctica es la correcta si es esto lo que se busca. Acentuar las diferencias puede fortalecer el núcleo de adhesiones, lo que puede permitir pelear una presidencia en el mejor de los casos ganando con el 40% y con la oposición dividida, o quedarse con varias intendencias y bancas legislativas como primera minoría y condicionar y/o acordar con el próximo gobierno desde allí. Considero que el Gobierno igualmente podría haber evaluado otros caminos: adherir a la marcha, convocar, hablar bien de algunos de sus aspectos. Sea cual fuere la hipótesis acertada en torno a la estrategia política, la conclusión de todo gira sobre la comunicación. Sin una adecuada comunicación de gobierno y política, no hay persuasión, no hay seguidores y no hay poder: ni para dañar, ni para transformar la vida de la gente. Por ello, estimo que con mis colegas tendremos trabajo por mucho tiempo. En cuanto al resultado de la marcha en sí, considero que fue una minoría (considerable y respetable) anti-k bajo la lluvia y una minoría K (considerable y respetable también) mirándola por televisión y twitteando. Mientras tanto, la mayoría de los argentinos esperan propuestas y nuevas soluciones para sus problemas. Para celebrar todos: la libertad de expresión que tenemos en nuestro país y la participación cívica que existe. ¡Salud! 

Sobre la campaña en Salta: "especialistas analizan la cartelería de los precandidatos a gobernador"

El diario La Gaceta publicó una nota que incluye mis análisis sobre la campaña en vía pública que los candidatos a gobernador están desplegando en Salta. La comparto aquí.

La espiral del silencio que actúa sobre Nisman

Comparto nota de mi autoría publicada hoy en el diario El Cronista sobre el posible impacto del caso Nisman en la opinión pública y el electorado. Aquí



sábado, 7 de febrero de 2015

El riesgo de actuar para comunicar



El otro día vi un largo spot en TV de el Gobernador de Córdoba, De la Sota. Lo agarré empezado, pero era largo. En él, se mostraba el discurso de “el Gallego” en la apertura de sesiones legislativas de la provincia fernecera, haciendo foco sobre un premio que le otorgará a los mejores tres promedios de las escuelas de los partidos del noroeste provincial. En seguida pensé: qué guachada, pone 5.000 pesos para cada promedio, para alentarlos, y gasta millones en comunicar esa acción. Luego, investigando más el tema, vi que no sólo iban a destinar dinero para los mejores promedios, sino también para quienes terminen la secundaria. Al margen de esta decisión de Gobierno, me quedé con ganas de expresar una reflexión vinculada a la relación entre la acción y la comunicación. Es peligrosos cuando los gobiernos comienzan a actuar para comunicar en lugar de actuar y cumplir con su obligación de comunicar. Este peligro, queda evidenciado cuando la comunicación de la acción cuesta más o igual que la acción misma. Cuando esto sucede, los verdaderos intereses quedan al desnudo y los funcionarios, al margen de que están realizando un mal desempeño, en lo práctico quedan expuestos a críticas muy duras, en las cuales siempre se usa peyorativamente al Marketing Político, denostando la actividad. Un comunicador debe tomar en cuenta estas cuestiones, ya que hacen a la reputación de los dirigentes y los partidos y a las relaciones de largo plazo que se pueden construir con los distintos segmentos de la ciudadanía. Lo mismo sucede con las acciones de RSE de las empresa, cuando estas no responden a una verdadera filosofía de responsabilidad. Son buenos sólo para decirlo e invierten más en esto último que en sus bondadosas acciones. La sed no es nada, la imagen es todo.