El viernes la noticia del fallecimiento de Diego Segura me sorprendió como a muchos. Yo había estado con él diez días atrás. Compartimos un vuelo a Rio de Janeiro. Estuvimos charlando un buen rato. Me contó de su nueva vida en Londres, de su vuelta a los orígenes. Después de haber trabajado más de 15 años allí, cuando se iniciaba en la profesión, ya estaba de vuelta en plena gestión de Asuntos Públicos en BAT (British American Tobacco), es decir Nobleza Piccardo, luego de dejar Burson Marsteller donde fue Gerente General para Argentina, Uruguay y Paraguay.
Diego Segura fue además el capo de Relaciones Públicas de Aguas Argentinas (ex Grupo Suez hoy la estatizada Aysa) de 2003 a 2005, en plena pelea comunicacional y política con el gobierno de Néstor Kirchner. Imaginen lo que fue eso: "…Van a tener que hacer lo que tienen que hacer y si no, sabremos nosotros lo que tenemos que hacer con ellos. Con los argentinos no se juega más y menos con el agua…" dijo Néstor en algún momento.
Siempre me llamó la atención la figura de Diego Segura. Sin lugar a dudas era un profesional destacado de las Relaciones Públicas. Tuve la oportunidad de conversar con el en varios eventos, participamos juntos en una Maratón Solidaria y fui moderador en una charla debate que dio en Kennedy junto con Hernán Maurette. Su perfil de comunicador inmiscuido en cuestiones políticas y coyunturales estimo hacían que logre asesorar en el más alto nivel.
Su carisma era llamativo. Su palabra ¡Colóso! a modo de saludo era ya un clásico en él. Era una muestra de su habilidad en comunicación: al decirle a todos "Coloso", logró convertirse él en "el Coloso", que significa, ser una persona que sobresale muchísimo.
Coloso fue lo último que le escuché decir una mañana en el aeropuerto de Rio. A modo de homenaje, cierro este post adhiriendo a lo que ya dijeron algunos colegas: “la partida de Segura deja un espacio vacío para las Relaciones Públicas en Argentina”.
3 comentarios:
Hay un coloso en el cielo.
Hoy me dieron una noticia horrible, que no quiero creer. Que hay un coloso en el cielo. Que tu sueño de ver que pinten las oficinas cuando llegas y conocer a tu sexto hijo quedó truncado absurdamente. Que tu esposa y tu familia te recibirán con lágrimas en lugar de con abrazos y alegría. Decime que es mentira. Que no puede ser tan cruel el destino de una persona como vos, querida y conocida por medio mundo, haya quedado sólo en un departamento de Londres. Decime que es un error, que no es verdad el llamado telefónico que recibí para que no me entere por los diarios. Tenés tanto por hacer, tantas vidas para mejorar como hiciste con tantas personas, incluyéndome, desde tu poderosa fe y tu energía. Por favor, no quiero creer que te hayas ido, decime que el coloso sigue sumando en la tierra, que no hay un coloso en el cielo. Dame la tranquilidad de seguir creyendo que podremos seguir debatiendo de comunicación en el almuerzo que te debo. Que alguien me diga que podremos seguir peleandonos por fútbol, y concluir que está todo mal con el granate. Por favor, si Dios me escucha, que alguien me diga que es mentira...
Diego no deja solamente un espacio vacío en Relaciones Públicas. Es alguien que se sacrificó por su familia, que dio siempre lo mejor a todos, que nos deja una tristeza infinita aunque el sabe muy bien que estará en el cielo con su amado Dios. Hoy hay en el cielo una estrella más de boca juniors, hay alguien tal vez demasiado bueno para este mundo.estarás siempre en nuestros corazones.
Marina: es el mejor comentario que se ha escrito en este Blog. Cuando lo creé aspiré a que sea un espacio de expresiones como esta. No solo de teoría o práctica profesional, sino también de sentimientos. Gracias por expresarlos en este espacio.
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