Al igual que la Neverland de Peter Pan o el “País de las Maravillas” de Alicia, en Argentina tenemos ya nuestro estilo. Nos hemos convertido en la “tierra de las jornadas históricas”. Nuevamente sorpresas, situaciones inesperadas, inexplicables, emocionantes, con un alto rating incluso a nivel mundial. La verdad es divertido vivir en Argentina. Ese es uno de los sentidos positivos de nuestro desequilibrio, que se ver reflejado también en el desequilibrio de nuestros dirigentes. Gracias Néstor Kirchner. Fue su dosis de desequilibrio la que nos llevó a una situación te tensión tal que hoy tiene probabilidades de producir un aprendizaje social y una mejora en la calidad institucional.
El desequilibrio es fruto de la ortodoxia, de la soberbia, de la sordera, de la falta de comprensión social. De los extremistas. De las posiciones más duras que en ambos bandos existieron y existen. Esos extremos, que son capaces de pensar que todos en Congreso fueron por el chori y la coca o que todos en Palermo eran golpistas, son los que tiene que alejarse a la hora de la búsqueda de la solución del conflicto. Las posiciones de todos los Argentinos tienen más puntos de contacto de lo que todos imaginamos. Los discursos, pronunciados en el día de ayer, tanto en Congreso como en Palermo, tienen puntos de contacto. Las exposiciones de los Senadores también. Las opiniones de la gente, tanto de los que están de un lado como del otro, también los tienen. Hay que trabajar sobre ellos.
La Unión Nacional es fundamental para encarar un proceso de fortalecimiento de la Democracia y de recuperación de la República. El respeto y la empatía son fundamentales en este aspecto. En este sentido festejo la actitud de D’Angeli quien durante su discurso reprendió a quienes silbaron a la Presidenta de la Nación. Así como la Presidenta no puede olvidarse que no debe gobernar a espaldas del pueblo, la gente no debe olvidarse en ningún momento que, por más equivocada que esté, Cristina Kirchner es la Presidenta de la Nación.
Este momento histórico tiene, en mi opinión, muchos puntos positivos. El principal es la ebullición de la opinión y el modo perfecto en que se ha desarrollado lo que los teóricos denominan génesis de la opinión pública. Esta génesis ha expandido un valor que nunca debe perderse en una sociedad: la esperanza. Un pueblo que no tiene esperanza no tiene vida. Este punto es el primer escalón para lograr un incremento en la participación cívica y así un aumento de la calidad y madurez institucional de nuestro país.
El segundo punto positivo es la oportunidad de vislumbrar que la política no es como un partido de fútbol. Palermo y Congreso parecían River y Boca cuando en realidad no lo eran. La política, siempre en el marco de determinados valores éticos, es flexible. Es sano que lo sea. La posición de Cobos anoche es una demostración de ello. Dejar de ver la política como el clásico del domingo es otra invitación que esta situación nos hace a todos los argentinos. La agresión verbal que se da en un Boca- River no debe darse allí y mucho menos debe darse en política y en la sociedad toda. Cuidemos cada una de nuestras palabras al referirnos al que piensa distinto. La violencia verbal engendra violencia física. Tanto de un lado como del otro. La Patria somos todos (no como dijo D’Angeli “la patria somos nosotros”) Congreso y Palermo, ciudad y campo, ricos y pobres, peronistas y antiperonistas, River y Boca. Los hermanos sean unidos señores. Así lo soñaron nuestros próceres que dieron la vida por nosotros junto con todos los que pelearon a su lado.
Por último me gustaría destacar una aspecto positivo que creo es fundamental. Este conflicto debe terminar de poner sobre el tapete un tema que es fundamental y que constituye uno de los males más grandes de nuestra Patria. La falta de un trabajo serio y a largo plazo para desarrollar un país Federal. Lo dijo muy bien Buzzi quien posee el discurso más inteligente dentro de la mesa de enlace.
En suma, festejo el no a la rectificación de la resolución 125. Es un momento para reflexionar, para trabajar, para participar, para seguir opinando y mejorando nuestra opinión y participación sin nunca perder de vista la esperanza, la moral, la transparencia, el respeto, la Unión Nacional, el Federalismo, la República y, sobre todo, la solidaridad y la justicia social.
3 comentarios:
Tincho, muy bueno tu blog!!
Me parece que Cobos sólo está trabajando para su postulación a presidente.
Cuando tuvo q dejar el radicalismo para irse con K para ganar poder lo hizo y ahora patea el tablero del mismo gobierno q aceptó integrar.
Muy buenos comentarios. Yo sumaría al proyecto de un país federal, el que haya un proyecto de país. En este "momento" nos debatimos en lo inmediato, y este "momento" ya lleva más de 40 años.
Abandonamos, no se dónde (aunque creo que más o menos acierto cuándo), la idea de que somos un país independiente, con una trayectoria y proyectos propios. Parece que no perder el tren de otros es más importante que sentarse y ver que tren se quiere tomar, para dónde.
Quizás no soy tan optimista con respecto al crecimiento institucional. Todavía tengo la amarga impresión de que los argentinos no podemos diferenciar gobierno, estado, nación, políticos e intereses económicos. Ni tampoco somos muy hábiles leyendo ideologías. Algo me dice que se nos escapa un poco el alcance real del problema.
Dimos un paso adelante, el tiempo dirá sí con el suficiente empuje como para avanzar, o si volvemos para atrás por nuestro propio peso.
Yo creo que tenemos que ver más allá de las personas adhiriendo lo que dice Anibal. Históricamente se pegoteó la figura del Gobierno con la del Estado; buscamos la salvación de todos los males depósitando la confianza en una persona (nótese que digo persona y no Partido Político), con esto nos desvinculamos de la política y las decisiones que toma el ejecutivo o las leyes que dicta el legislativo. El País lo construimos entre todos y por lo tanto tenemos que participar más activamente.
En cuanto a la decisión de Cobos, creo que fue acertada y valiente. Esto no quiere decir que Cobos sea el Mesías o el Anticristo.
Algo muy importante fue la participación de los medios en el Congreso. Por fin le vimos las caras a nuestros legisladores y lo que piensan al respecto!!!!!! Se debería hacer con todas las sesiones; funcionaría como control además (hace 25 años que no había asistencia perfecta).
El gran problema del conflicto fue, a mi humilde entender, la mala comunicación que tuvo el gobierno, por consiguiente la pésima o nula retroalimentación que recibió de la gente, el campo ponía una carpa? K pone cuatro. El campo pone un toro? El gobierno pone dos pingûinos. La clave es saber escuchar, dejar la intolerancia y ponernos a trabajar codo a codo, de esa manera seremos una gran nación con intereses comunes.
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