Ayer, el diario Tiempo Argentino, en una nota muy bien redactada por Ana Clara Pérez quien entrevista a Shila Vilker, titula lo siguiente: “Una institución enseña cómo ser vocero de un dirigente político”, refiriendo al Instituto de “Comunicación en Asuntos Públicos”. La nota menciona que se brinda capacitación para la toma de decisiones acerca de qué comunicar, que incluye herramientas 2.0, que se analiza la ley de medios, la opinión pública, etc. En la nota, Vilker dice que “el ejercicio de la vocería no está debidamente jerarquizado en las currículas locales”. Al margen de este debate, la nota toma como novedad la existencia de formación académica en “Comunicación de Asuntos Públicos” ignorando la existencia de la licenciatura en Relaciones Públicas que se dicta desde hace casi 50 años (carrera más antigua que Marketing o Comunicación Social), donde la formación hace foco justamente en esto: preparar estrategas de la comunicación y las relaciones con los públicos para organizaciones y su vinculo con los asuntos públicos. La nota ignora también a las 17 universidades que brindan este título de grado (no terciario…) que formó a renombrados directores de Asuntos Públicos de empresas, ejecutivos de Comunicación Política y creadores de consultoras de Relaciones Públicas y Comunicación Digital (o 2.0…).
Es muy positivo que se desarrollen institutos en la materia, que focalicen en la técnica, pero no hay que olvidar la solidez que un título universitario puede brindar, con una formación teórica más profunda que simiente la responsabilidad y profesionalismo de quienes dirigen las comunicaciones de nuestras organizaciones, ya sean políticas, públicas o privadas.
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