Hoy estuvo el equipo de RSE de Telecom en UCES, Roberto Dabusti y Cynthia Giolito. La charla que dieron fue muy buena. Dividida en dos, inicialmente presentaron el marco teórico desde el cual ellos ven la RSE. El nivel académico fue fiel reflejo de la basta formación que ambos tienen en la materia. Luego, la segunda parte, también fue fiel reflejo de esa formación, a la que le sumaron pasión, para llegar a gestar un área de RSE (de solo un año de vida) muy importante dentro de la compañía, que parece ya haber dado ya el paso de institucionalización y consolidación interna y llegará posiblemente dentro de poco a un desarrollo óptimo, con cada vez más gratificaciones.
“No es posible tener éxito en sociedades fracasadas” fue la famosa frase que inició la presentación. Introdujeron el concepto de la RSE como la maduración del asistencialismo (en el buen sentido) y marcaron al 2001 como fecha de quiebre para la instalación del concepto en Argentina. La “justificación” inicial de la RSE pasó por un discurso de tinte económico. Mostraron los porcentajes de un estudio realizado por la revista “Tercer Sector” que muestra la influencia que los consumidores dicen que tiene la RSE sobre sus decisiones de compra. Se entiende esta utilización discursiva. La prédica de este modo de ser de las empresas es más efectiva con este discurso. Incluso mencionaron que en la actual crisis, las empresas más responsables socialmente son las que menos sufrieron los zamarreos de las bolsas mundiales. Si querés tenér éxito vos, si querés que te compren tus productos o acciones hoy, ayuda a no vivir en una sociedad fracasada. Sin dudas tiene efecto. Al menos ellos en Telecom están logrando instalarlo y seguramente lo han propagado con fuerza. Sobre todo porque la apertura de Cynthia y Roberto es destacable. Se siente que dedican tiempo, esfuerzo y sentimiento en comunicar para contagiar este espíritu. Tanto internamente, como a otras empresas y en universidades o gobiernos. Hoy éramos muy poquitos, sin embargo, ellos dieron la charla con el entusiasmo con el que la darían a 500 personas.
Hablaron también del Monitor de RSE que publica Gallup. Mencionaron que la láctea La Serenísima (Mastellone), comandada comunicacionalmente por mi estimado colega Ernesto Arenaza, sale primera en el Ranking. Este hecho plantea un tema de análisis, porque La Serenísima no tiene área de RSE ni grandes programas establecidos en la materia. ¿Qué la llevo al puesto uno? Ellos explicaron que cuando una empresa desarrolla todo un proceso responsable de calidad, cuida el bienestar de sus clientes, muestra lo que hace y cómo lo hace, están siendo responsables socialmente y logran así esa percepción. Yo tengo mis dudas. Creo que al margen de producir calidad, hay en este resultado un alto componente de comunicación, con una empresa que durante mucho tiempo “machacó”, en sus comunicaciones, con atributos que hoy son los intrínsecos al concepto de RSE. La verdad láctea, un caso interesante sin duda.
Hablaron luego de la RSE como un área transversal, que no solo atraviesa la compañía, sino que su pilar fundamental es la tarea del diálogo con los distintos grupos de interés (Relaciones Públicas diría Bernays en 1929). Especialmente con el público interno. Distinguieron así la actividad, de los programas de relaciones con la comunidad, que están incluidos en la RSE pero no solo una parte de ella.
La RSE tiene en Telecom, el foco puesto en la educación, la cultura y la inserción social. El problema de la llamada “brecha digital” es considerado una “brecha social” y abordado con varias acciones. Consciencia Celular, Sentidos Conectados, Profesores para el Futuro, APAER, Pescar, son ejemplos de acciones verdaderamente interesantes y muy positivas. Muchas de ellas apuntadas a la brecha digital. ¿Colaboran con achicarla? Yo me pregunté eso. Porque creo que el ancho de la brecha en Argentina pasa aun más por un tema económico (de acceso a la infraestructura) que un tema cognoscitivo (de conocimiento acerca de su utilización). Ayude o no a disminuirla, sin duda son igualmente acciones sumamente positivas y, sobre todo, multiplicadoras. Ellos ponen en marcha la rueda de la educación y luego esta rueda sola. Su fuerza multiplicadora se logra con una comunicación responsable, como marcó Roberto, pero sobre todo, con la fuerza de la comunicación desde la acción, como señaló Cynthia.
Finalmente quiero rescatar una reflexión de mi colega presente, Mariano Alurralde, de Nextel, con quien trabajamos en conjunto. A todos nos cabe la participación en la Responsabilidad Social. Todos somos parte. El Estado, las empresas, las personas, las instituciones. Todos somos los que juntos debemos generar sinergias no solo por una sociedad no fracasada, sino también por una sociedad feliz.
Mis felicitaciones y agradecimiento al equipo RSE de Telecom, más que por haber venido a la UCES, por encarar con la pasión con que lo hacen, la noble tarea de ayudar al prójimo y de ser como un cáncer humanístico dentro de la corporación, que esperemos algún día la invada completamente.
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